Obtener información sobre las causas y el tipo de pérdida auditiva que está experimentando usted o un ser querido es el primer paso para encontrar soluciones que permitan vivir la vida al máximo. Experimentar pérdida auditiva, sea cual sea la causa o el grado, no es agradable, pero tenemos buenas noticias: gracias a la moderna tecnología de audífonos, la pérdida auditiva es una enfermedad que se puede tratar.
La pérdida auditiva se puede clasificar en dos amplias categorías: la primera es congénita, es decir, la pérdida auditiva que se presenta en el nacimiento y está causada por factores como la genética o el nacimiento prematuro. La segunda es adquirida, es decir, la pérdida auditiva que se produce después del nacimiento, y es el resultado de factores como enfermedades o lesiones en el oído.
Aunque realmente "oímos" con los cerebros, la pérdida auditiva se produce cuando una parte del oído (el oído externo, medio o interno) se daña o no puede funcionar de manera correcta, y no puede llevar las señales sonoras al cerebro de manera normal.
Causas en el oído externo
Suelen ser fáciles de tratar e incluyen problemas como tapones de cera e infecciones del canal auditivo.
Causas en el oído medio
Los problemas más comunes del oído medio son la inflamación, la existencia de fluido detrás del tímpano, las perforaciones del tímpano y la otoesclerosis (el entumecimiento de los huesos del oído medio). La mayoría de los problemas del oído externo y medio se pueden solucionar de manera efectiva con medicación o cirugía.
Causas en el oído interno
Aquí es donde surgen la mayoría de los problemas auditivos. La causa más común es el proceso de envejecimiento natural, pero los ruidos fuertes, algunos tipos de medicación o fracturas del cráneo pueden afectar la audición. Las finas células ciliadas del oído interno se dañan y esto afecta a la transmisión de señales a los nervios auditivos. Por lo general, la pérdida auditiva en el oído interno no se puede solucionar de manera médica, pero se puede solucionar con audífonos.